El pasado sábado 2 de agosto se inauguró en Fontiveros una exposición singular que dialoga con la poesía más honda y contemplativa de san Juan de la Cruz. Bajo el título “Bosques y espesuras”, tomado de su Cántico espiritual —por sugerencia del poeta José María Muñoz Quirós—, el pintor abulense Tomás H. Berlana presenta una muestra de 28 obras en las que se entrelazan la luz, el silencio y el misterio del alma en busca de Dios.
La exposición, que puede visitarse hasta el 30 de agosto en la sala San Juan de la Cruz, es un delicado tributo al poeta fontivereño, enraizado tanto en la palabra como en la naturaleza. Árboles, espesuras, aves… componen un lenguaje plástico que prolonga los símbolos del místico, llevándolos al lienzo con sensibilidad contenida y resonancias interiores.
Aunque el conjunto forma una unidad coherente, destacan tres cuadros de gran formato que el autor ha reunido bajo el título “Canto al pájaro solitario”. En ellos, Berlana despliega una evolución cromática y emocional inspirada en el célebre símbolo juanista: un primer lienzo donde el silencio se representa en tonos grises, un segundo donde el canto del pájaro transforma la escena con armonía, y un tercero que culmina en una explosión de sentimiento y color. Estos tres cuadros ocupan un lugar especial en la sala, como canto personal del pintor al alma contemplativa.
La obra pictórica de Berlana se sitúa en una estética que él mismo describe como “una síntesis entre impresionismo, abstracción, simbolismo y ciertos apuntes realistas”. Con una paleta sobria y una técnica madura, el artista consigue sugerir más que mostrar, insinuar sin desvelar del todo, en sintonía con el modo en que san Juan escribe: dejando espacio para el silencio fecundo.
La mayoría de las obras han sido creadas ex profeso para esta exposición, fruto de un año de trabajo intenso y silencioso, que el autor reconoce inicialmente desafiante, pero que hoy mira con satisfacción compartida: la de quien ha sabido encarnar un legado espiritual con lenguaje propio.
La inauguración, arropada por una cuidada edición de catálogo —con versos de trece poetas acompañando las obras— y una intervención musical que tejió vínculos entre poesía y pintura, fue también un acto de comunión estética y espiritual. La exposición ha contado con el patrocinio de la Diputación de Ávila, el Solar de la Poesía Villa de Fontiveros y el Ayuntamiento de la localidad.
Quienes se acerquen hasta Fontiveros este mes aún podrán sumergirse en este bosque interior, donde la pintura reza en voz baja. La sala San Juan de la Cruz permanece abierta los viernes de 20:00 a 22:00, y los sábados y domingos de 12:00 a 14:00 y de 20:00 a 22:00 horas.
Teresa, de la rueca a la pluma 