Teresa, de la rueca a la pluma

Con motivo del Día del Libro, quiero compartir en el blog la reciente publicación de un título que puede interesar a quienes siguen de cerca la figura de san Juan de la Cruz y el camino del silencio contemplativo: Una llama en la noche. El cautiverio de san Juan de la Cruz, de Manuel López Casquete de Prado.

El libro, publicado por Fonte – Monte Carmelo, ofrece una aproximación literaria y espiritual a los meses de encarcelamiento que el carmelita descalzo vivió en Toledo, entre 1577 y 1578. Lejos de una biografía o de un estudio histórico, la obra parece proponerse como una meditación o recreación interior de aquella experiencia límite que marcó profundamente la vida del santo y en la que germinaron los primeros versos del Cántico Espiritual.

El autor —profesor de Filosofía y Humanidades, vinculado desde hace décadas a la Escuela del Silencio fundada por el dominico José Fernández Moratiel— escribe desde una sensibilidad que busca el centro, lo esencial, el fondo donde alma y silencio se encuentran.

“Esta pequeña celda no es otra cosa que el seno maternal que gesta una presencia nueva, una luz nueva.”
(Una llama en la noche, pág. 16)

A través de un lenguaje poético y sugerente, Una llama en la noche invita al lector a mirar de cerca la noche oscura de Juan de la Cruz no solo como un hecho biográfico, sino como una metáfora del proceso interior de transformación que toda alma puede atravesar.

Es una propuesta de lectura breve y reflexiva para quienes desean acercarse al Santo desde una mirada más contemplativa que académica.

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«Entremos más adentro en la espesura…»
— san Juan de la Cruz

Lee el comienzo del libro en este enlace