El Archivo General de la Región de Murcia ha anunciado recientemente la digitalización de un documento de especial relevancia para la historia del Carmelo teresiano: una carta autógrafa de Teresa de Jesús, escrita el 24 de noviembre de 1575, en la que da instrucciones para la fundación del convento de carmelitas descalzas en Caravaca de la Cruz. El manuscrito, que se conserva en el Archivo Histórico Municipal de dicha localidad, lleva por título «Memoria de lo que se ha de hacer en Caravaca» y está dirigido a Ana de San Alberto, priora designada por la propia Teresa.
La carta fue redactada en Sevilla y en ella la Santa ofrece indicaciones prácticas y precisas sobre los pasos que seguir para llevar a cabo la fundación. No se trata de un documento meramente formal, sino de una expresión concreta de su pensamiento organizador y de su implicación directa en cada una de las fundaciones, que no dejó en manos de otros. En 2026 se cumplirán 450 años de aquel gesto fundacional, que convirtió a Caravaca en una de las diecisiete ciudades que cuentan con el testimonio vivo de la presencia teresiana.
El fondo documental del que forma parte esta carta incluye también otros documentos valiosos: licencia real de Felipe II, poderes notariales, autorizaciones eclesiásticas y actas de donación de bienes por parte de las primeras religiosas: Francisca de Tahuste, Francisca de Cuéllar y Francisca de Sahajosa. Su conservación y su próxima digitalización permitirán que investigadores y estudiosos accedan a estas fuentes con mayor facilidad, a la vez que se garantiza su preservación a largo plazo.
La iniciativa, impulsada por la Consejería de Turismo, Cultura, Juventud y Deportes de la Región de Murcia, pone en valor el legado teresiano en Caravaca de la Cruz, única ciudad de la región incluida en la red de localidades con presencia histórica del Carmelo fundado por Teresa.
La carta, escrita de su puño y letra, no solo documenta un momento concreto de la expansión reformadora, sino que nos devuelve, como siempre que leemos a Teresa, a la mezcla de decisión, confianza y visión realista que caracterizan su modo de actuar.
La fuente de esta noticia (CARM.es) sostiene que la carta (que no está fechada) es de 1576, pero se trata de una confusión. Ese es el año de la fundación del monasterio de Caravaca, pero esta carta la escribió Teresa antes. Se sabe porque menciona en ella un poder notarial otorgado el 24 de noviembre de 1575 y, a su vez, el poder menciona esta Carta/Memoria. La fecha es, pues, la misma. Puede leerse dicho poder en BMC, 6, p. 266. La destinataria, Ana de S. Alberto, no llegó a Caravaca hasta el 18 de diciembre de 1575.
TRANSCRIPCIÓN (Tomás Álvarez)
En llegando vuestra reverencia, se encierre en su casa y no entre más ninguna persona, sino que se hable por alguna parte adonde se han de poner las rejas, mientras se pone, o por el torno, y procure se ponga luego la reja.
Es menester antes que se diga misa —digo que se tome la posesión— poner su campana y hacer que un letrado vea las escrituras que esas señoras tienen hechas, en que dan la renta para la casa, y mostrar la patente que vuestra reverencia lleva de nuestro reverendísimo padre autorizada, por virtud de la cual y el poder que lleva mío, lo admita sin ninguna carga ni obligación de recaudo ni otra cosa, porque así está dado en la escritura.
Hecha esta escritura —que el padre vicario fray Ambrosio entenderá en que vaya bien— y firmándola vuestra reverencia y esas señoras, se podrá poner el Santísimo Sacramento.
Adviértase que también se ha de poner en la escritura la licencia de su Majestad, que del obispo no creo es menester más de tenerla. Han de tañer la campana a misa para tomar la posesión. No es menester bendecir la iglesia, pues no es propia. Tomada la posesión, podrán esas señoras tomar el hábito cuando mandaren.