Teresa, de la rueca a la pluma

El Papa Francisco dejaba escrito hace unos meses su mensaje con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebra hoy. En él nos lanza una invitación poderosa: «Compartan con mansedumbre la esperanza que hay en sus corazones» (cf. 1 P 3,15-16). En un mundo saturado de información, pero a menudo hambriento de sentido, Teresa de Jesús, experta comunicadora del siglo XVI, puede ayudarnos en esta tarea.

Mucho antes de las redes sociales, Teresa de Jesús ya sabía lo que era «viralizar» un mensaje transformador.

• Comunicar desde la experiencia: Teresa no transmitía teorías, sino experiencia vivida. Su motor era una profunda experiencia de Dios y la urgencia por comunicarla a los demás.
• Autenticidad que conecta: A pesar de las dificultades de su época, donde las mujeres no tenían voz y donde la Inquisición estaba al acecho, su veracidad testimonial y la fuerza de su lenguaje llegaban directos al corazón. No buscaba impresionar, sino iluminar.
• «Engolosinar» para la verdad: Teresa era consciente de que no basta con tener un mensaje; hay que saber cómo hacerlo llegar. Buscaba «engolosinar», atraer con dulzura al lector hacia la verdad del ser humano y la verdad del Dios que a ella se le reveló con tanta cercanía.

El mensaje del Papa para este día resuena con la sabiduría comunicativa de Santa Teresa:

• Hablar al corazón, no solo a la razón: El Papa sueña con una comunicación que «sea capaz de hablar al corazón». Teresa, con su estilo llano y coloquial, era capaz de tocar por dentro a quienes se relacionaban con ella, invitándoles a hacer la experiencia que ella hizo.
• Sembrar esperanza, no miedo: Frente a la «desinformación y polarización» que denuncia el Papa, Teresa ofrecía el rostro de un Dios amigo y misericordioso. Su objetivo era iluminar la ignorancia sobre lo que es la persona y su dignidad y sobre el amor de Dios. ¿Qué mayos fuente de esperanza que saber que estamos hechos para Él y que Él nos invita a encontrarlo en nuestro interior?
• Mansedumbre y respeto: El Papa nos pide comunicar «con delicadeza y respeto». Teresa, aunque firme en sus convicciones, adaptaba su lenguaje para ser entendida por sus interlocutores, mostrando un profundo respeto por el camino y la capacidad de cada persona.
• Comunicar vida y sentido: Francisco, en su mensaje, nos llama a una comunicación que «cambia la vida», que ofrece «razones para esperar». No se trata solo de noticias, sino de una Buena Noticia que da plenitud.

El desafío: ser comunicadores de esperanza hoy

Tanto Santa Teresa como el Papa Francisco nos muestran que la comunicación más eficaz es aquella que nace de un encuentro personal y auténtico (con Dios, con la verdad, con el otro); que busca elevar y sanar, en lugar de dividir o herir; que reconoce la dignidad de cada persona y la trata con la delicadeza que merece.

Francisco nos llama a ser “peregrinos de esperanza” y a desvelar las historias de bien que se ocultan en los pliegues de la vida cotidiana. Eso fue lo que hizo Teresa de Jesús: narró con sencillez y hondura las maravillas que Dios había obrado en su historia, mostrándonos que Él siempre está buscando un corazón dispuesto a abrirle la puerta para repetir ese mismo milagro en cada uno de nosotros.