El 4 de marzo celebramos el aniversario de la muerte —en 1621— de la beata Ana de Jesús, una figura luminosa en la historia del Carmelo y una de las discípulas más cercanas de santa Teresa de Jesús. Su vida, marcada por una profunda entrega a Dios y un incansable servicio al proyecto teresiano, nos deja un legado de sabiduría y fortaleza que sigue inspirando a quienes buscan vivir una vida auténticamente espiritual. Aunque nunca quiso escribir obras de contenido espiritual, nos ha llegado un puñado de cartas de las que podemos entresacar algunos rasgos de su experiencia de Dios y de su sabiduría humana. Así, encontramos reflexiones profundas sobre la imitación de Cristo, el sentido del sufrimiento, el desapego y la vida religiosa.
Somos invitados a adentrarnos en el corazón de Ana de Jesús, a dejarnos interpelar por su testimonio de vida y a descubrir en sus palabras una guía para nuestro propio caminar. En un mundo que, a menudo, nos distrae con lo pasajero, sus enseñanzas nos recuerdan la importancia de poner nuestra mirada en lo que perdura: el amor a Dios y al prójimo. Que este aniversario de su partida sea una ocasión para seguir el ejemplo de esta mujer extraordinaria que supo vivir con radicalidad el Evangelio. La selección de textos es de María del Puerto Alonso, ocd.
1. La vida religiosa como imitación de Cristo
- «Solo envidio a los que padecen por mi Señor Jesucristo y procuran imitar sus virtudes. Ya es tiempo de tenerlas perfectas los que ha tanto que estamos en religión» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, Salamanca. Bruselas, 1 de junio de 1608. Escritos, 220).
- «¡Dichosas las monjas descalzas, que todos sus trabajos paran en bienaventuranza!» (A Juana del Espíritu Santo, O.C.D., En Salamanca. Bruselas 11 de julio de 1616. Escritos, 262).
- «Sean muy firmes en sus buenos propósitos; háganlos siempre de imitar a nuestro Señor Jesucristo, que en padecer por Él está el verdadero amor; procurando cumplir en todo su voluntad divina, que es de que nos ajustemos con lo que profesamos» (A las profesas y novicias O.C.D. de Bruselas. Mons, 1608. Escritos, 218).
- «Mire vuestra reverencia la paz en cosa tan esencial como es la obediencia. Dénosla nuestro buen Jesús perfecta, que esta virtud he rogado a todas tomemos [en ejercicio] este año» (Carta a Beatriz de la Concepción, O.C.D., Bruselas. Mons, 4 de enero de 1608. Escritos, 203-204).
- «No hay injurias ni trabajos ni desprecios que lleguen a ver como estaba el corazón de mi Señor cuando dijo de sí: «Soy gusano y no hombre, oprobio de los hombres y deshecho del pueblo»» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, Salamanca. Bruselas, 25 de noviembre de 1615. Escritos, 257).
2. Sentido del sufrimiento
- «No hallo cosa que tanto me aproveche, sino acordarme del desprecio con que vivió mi Señor Jesucristo en la tierra y hasta hoy lo sufre Su Majestad en el Santísimo Sacramento del altar… […] Y consiéntelo por estarse con nosotros ¿Qué habríamos de hacer por estar con Él? Vístanos de sí mismo y ponga nuestro cuidado en imitarle y no en si nos quitan o nos ponen en lo que puede ser más ocasión de hacernos mal que bien. Grande le hay en la propia negación, que sin ella no seremos perfectos y estamos obligados a procurarlo ser» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, Salamanca. Bruselas, 28 de agosto de 1608. Escritos, 222-223).
- «Si se nos descubriese lo que hay en las injurias y menosprecios, siempre querríamos hubiese quien nos los causase sin culpa nuestra» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, Salamanca. Bruselas, 1 de junio de 1608. Escritos, 220).
- «Su Divina Majestad le ha dado propio conocimiento. Mucho le aprovechará para tolerar los trabajos y compadecerse de sus hermanos» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, Salamanca. Bruselas, 8 de septiembre de 1617. Escritos, 272).
- «Los mansos poseen la tierra y en paciencia se posee el alma. En esto se hicieron los santos; si lo queremos ser, imitémoslos, que siempre anduvieron perseguidos y fatigados, y vivieron casi muertos; y ahora muertos, están resucitados» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, Salamanca. Bruselas, 2 de diciembre de 1607. Escritos, 194).
- «Acabe ya, señor y padre mío, de decir males de sí y resuélvase a gozar del bien que hay en la tierra, que es padecer por amor de Dios. ¡Oh, si supiésemos lo que valen los desprecios! El corazón se me va por estas imágenes de nuestro Señor Jesucristo en pasos de la pasión, viendo que yo por Él nunca [he] estado así. Tanta fuerza me hace pintado como hiciera en revelación, y aun no sé si más, como lo asegurad la fe. Si la tuviésen1os viva, haría maravillas en nosotros; y en los religiosos más, por la obligación que tenemos». (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, Salamanca. Bruselas, 21 de enero de 1612. Escritos, 253-254)
3. Desapego y fortaleza en la adversidad
- «No hay que reparar en ninguna dificultad» (A D. Cristóbal de Lobera, Obispo, Fragmentos, Bruselas 1617. Escritos, 274).
- «Poquísimo es cuanto hay en la tierra y cuánto más importa nuestra salvación, que algunas veces está en lo que más dificultoso se nos hace de llevar» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, Salamanca. Bruselas, 28 de diciembre de 1609. Escritos, 229).
- «Pues la trata su divina Majestad como a fuerte, procúrelo estar en todas las ocasiones y no baste ninguna a entristecérmela; mire que así hace Dios los santos» (A Juana del Espíritu Santo, O.C.D., En Salamanca. Bruselas 22 de marzo de 1617. Escritos, 268).
- «Pongamos todo nuestro querer en lo que dura para siempre, que lo de acá como aire pasa» (A Juana del Espíritu Santo, O.C.D., En Salamanca. Bruselas 13 de diciembre de 1616. Escritos, 267).
- «Su Majestad le ha de ayudar, haciendo de su parte lo que pudiere con paz» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, En Salamanca. Bruselas, 1 de noviembre de 1616. Escritos 265).
- «El Espíritu Santo fortalezca a vuestra paternidad, para que obre y padezca con el amor que Su Majestad le ha dado, que experiencia tenemos que a medida del talento da los trabajos» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, Salamanca. Bruselas, 2 de diciembre de 1607. Escritos, 194).
- «Si no me socorriera, yo desfallecía. Bendito sea Él, que se compadece de los pobres y les da sustento en el tiempo oportuno» (Carta a Juan de Quintanadueñas de Bretigny, en Pontoise, París, 10 febrero 1605. Escritos, 179).
- «Y oblíganos tanto este gran Señor con sus misericordias, que se deshace el alma por aprovecharse de ellas y hallar ocasión en qué mostrarle amor. Téngale mucho vuestra paternidad, siéndole agradecido; y andará humilde y contento con cuanto se le ofreciere» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, en Bilbao. Salamanca. 1 de diciembre de 1602. Escritos 163).
4. La oración y la vida espiritual
- «Con ella [la oración] me sustento ahora que todo me falta» (Carta a Beatriz de la Concepción, O.C.D., Bruselas. Mons, 16 enero de 1608. Escritos, 210).
- «Jesús, María estén siempre con vuestra señoría haciéndola presencia y compañía, que es mucha pena pasar trabajos con soledad» (A la baronesa de la Chance. Bruselas, 13 de diciembre de 1617. Escritos, 273).
- «Cada día tengo más necesidad de ser ayudada de Dios y de sus siervos» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, Salamanca. Bruselas, 2 de marzo de 1616. Escritos, 260).
- «Sea, sea espiritual y acordárese en faltando almohada que no tuvo nuestro Maestro en qué reclinar su cabeza. Y ocupado en este santo pensamiento y otros semejantes, crea le proveerá Dios de todo lo necesario y sin milagro. Lo vemos si tenemos fe; y si desconfiamos, no bastan todas nuestras diligencias a procurarlo» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, en Bilbao. Salamanca. 1 de diciembre de 1602. Escritos 163).
- «Ánimo, que el que nos pone en ello lo hace todo; no quiere de nosotros, sino que lo conozcamos y procuremos no buscarnos en lo que se ofreciere, sino solo su beneplácito» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, en Salamanca, Salamanca, hacia 1604. Escritos, 174).
- «Todo lo puede el amor» (A Juana del Espíritu Santo, O.C.D., En Salamanca. Bruselas 4 de septiembre de 1616. Escritos, 264).
5. Discernimiento y vida en comunidad
- «[No] son los hombres los que nos atormentan, sino el que sabe la labor que han menester estas piedras para estar vivas en la celestial Jerusalén. Allá lo veremos, padre mío, y lo poco que importa ser o no ser estimados en la tierra» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, Salamanca. Bruselas, 1 de junio de 1608. Escritos, 220).
- «A las enfermas ya hemos dicho se les dé lo que fuera menester para su regalo. Grandísimo fuera para mí poderles servir a todas…» (A Juana del Espíritu Santo, O.C.D., En Salamanca. Bruselas, 13 de septiembre de 1618. Escritos, 278).
- «¡Dichosos los que alcanzan los bienes que duran y tristes de los que se contentan con los que se acaban!» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, Salamanca. Bruselas, 28 de diciembre de 1609. Escritos, 229).
- «[No] se espante de sucesos, que es imposible dejarlos de haber de muchas maneras en comunidad. San Francisco y cuantos santos gobernaron los padecieron y nunca por eso se arrinconaron» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, en Alcalá de Henares, Salamanca. 12 de julio de 1604. Escritos, 175).
- «Y algún día me oyó decir que eran desdichados los que en el mundo no padecían trabajos por amor de Dios. Cada hora tengo más hambre de ellos; y cuantos se me ofrecen son tan pequeños, que en sustancia no hallo en ellos con qué desayunarme; y no sé qué hay en aquella palabra que dice «fue harto de oprobios»; porque en sus miembros veo que dura la hambre de ellos. Muchos están encerrados en el menosprecio de nosotros mismos. Hasta abrazarnos con él no tendremos paz, que se alcanza venciéndonos y dejándonos vencer diciendo: “esta es vuestra hora”; y aún menos nos había de parecer, pues de un momento pende la eternidad y el gozo de lo que no se acaba, que no es mal lo que tiene fin» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, Salamanca. Bruselas, 2 de diciembre de 1607. Escritos, 194).
- «[Tengo mi alma] fatigada de verme donde hay tantos que no conocen a mi buen Jesús. Y esta noche de su santo nacimiento me deshacía porque todos lo advirtiesen. Y al fin, me vine a aliviar con ver lo deseaba más nuestra Señora con su encendida caridad y se conformaba con lo que Dios permitía, que en esta conformidad está nuestra paz» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, Salamanca. Bruselas, 28 de diciembre de 1609. Escritos, 229).
- «Nuestro Señor dé su Espíritu a vuestra paternidad. Fortalecido con él no se afligirá de lo que quizá había más causa para se alegrar» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, en Bilbao. Salamanca. 21 de junio de 1603. Escritos, 168).
- «Es una regla que siempre me ha aprovechado y procurar yo primero lo que quería hiciesen las demás, que hartas veces sin pronunciar palabra, lo alcanzo con el ejercicio de la obra» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, Salamanca. Bruselas, 8 de septiembre de 1617. Escritos, 272).
- «No nos pide Dios en este oficio hacer más de lo que podemos ni mudar las condiciones ni naturales» (Carta a Diego de Guevara, O.S.A, Salamanca. Bruselas, 8 de septiembre de 1617. Escritos, 272).