La ciencia ilumina el rostro de Teresa de Jesús


Hoy nos adentramos en un aspecto fascinante del proceso de reconocimiento canónico de santa Teresa de Jesús: el estudio científico de su cuerpo y su fisonomía. Como sabéis, nuestra Santa no solo nos legó una obra escrita inmensa y transformadora, sino también una vida  que sigue inspirando y conmoviendo. En este sentido, la ciencia, con su rigor y método, se ha puesto al servicio de la historia para ofrecernos una mirada más profunda y detallada sobre la persona física de Teresa.

Recientemente, en Alba de Tormes, se ha llevado a cabo una etapa crucial de este reconocimiento canónico, con la apertura del sepulcro de Santa Teresa. Más allá del evento religioso, este momento ha permitido a un equipo de expertos, encabezado por el prestigioso antropólogo don Luigi Capasso, de la Universidad de Pescara, realizar un estudio antropológico de gran envergadura. Este trabajo, que sigue los más estrictos protocolos científicos y se apoya en tecnologías forenses de vanguardia, nos está revelando detalles sorprendentes y conmovedores sobre la Santa andariega.

Entre los datos obtenidos destacan:

  • Señales en los pies y la frente: Se han identificado las huellas de las cuerdas de esparto utilizadas en las alpargatas teresianas, así como la marca de la tradicional toca carmelitana en la frente.
  • Postura y evolución corporal: Con el paso del tiempo, se ha constatado que el cuerpo de la Santa presentaba una ligera inclinación hacia el lado derecho, probablemente atribuida a la postura prolongada durante su labor como escritora.
  • Estatura: La Santa medía algo más de un metro sesenta, una estatura mediana para la época del siglo XVI.

Además, el equipo de especialistas ha resaltado la importancia de estos hallazgos, ya que permiten reconstruir la parte de la historia que guarda la biología de la persona de Santa Teresa de Jesús. Según Capasso:
“Con este trabajo se reconstruye la parte de la historia que guarda la biología de la persona de Santa Teresa de Jesús”.

El rostro de Teresa de Jesús

La reconstrucción facial

Pero la ciencia no se detiene ahí. En un proyecto que nos llena de expectación, se está llevando a cabo la reconstrucción facial del rostro de Santa Teresa. Este trabajo, realizado en el Victorian Institute of Forensic Medicine en Australia, utiliza una combinación de metodologías forenses de última generación, basándose en datos antropométricos, radiografías y las descripciones literarias que nos han llegado de su época, especialmente la de María de San José.

Gracias a este minucioso proceso, pronto podremos contemplar una imagen digital tridimensional del rostro de santa Teresa, con sus proporciones exactas y la mayor fidelidad posible. Los expertos ya anticipan que esta reconstrucción confirmará el rostro «sereno y apacible» que siempre se ha atribuido a la Santa, un rostro que, en palabras del propio don Luigi Capasso, «manifiesta gran serenidad». Encontrar en la ciencia la confirmación de esa paz interior que irradiaba Santa Teresa es, sin duda, un regalo conmovedor.

Estos estudios científicos no solo nos aportan datos objetivos sobre el cuerpo y el rostro de Santa Teresa. Nos invitan también a una reflexión más profunda sobre la conexión entre su dimensión física y su legado espiritual. Conocer detalles sobre su salud, su postura, sus rasgos faciales, nos acerca a la mujer terrena que fue Teresa de Jesús.

Lee el comunicado completo del P. Miguel Ángel González, prior OCD de Alba de Tormes y de Salamanca, en este enlace.


2 respuestas a “La ciencia ilumina el rostro de Teresa de Jesús

  1. Está el grabado de la verdadera imagen de Santa Teresa de Jesús que Yepes, su amigo y confesor, incluye en la biografía de la Santa que él culminó al morir fray Luis de León. Es un rostro hermoso y una figura igual de hermosa que contradice el feo retrato de fray de la Miseria del que ella se quejaba y también del de Rubens donde ya está mayor.

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  2. Me encanta que «toda Teresa» sea un canto a la vida, a toda VIDA. Un canto a la Belleza Mirar el rostro de Teresa es contemplar la Belleza del Dios que la habita. Gracias, por seguir regalándonos tanto BIEN.

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