El proceso de reconocimiento canónico del cuerpo y las reliquias de santa Teresa de Jesús entra en su fase final. La Orden del Carmelo Descalzo ha anunciado que el próximo 18 de febrero de 2025 dará comienzo la tercera y última etapa de este proyecto, que culminará con la veneración pública de la Santa en una fecha aún por determinar, pero no antes de junio de 2025.
Un proceso en tres etapas
El proceso, que comenzó en 2022, ha seguido un riguroso protocolo en tres fases:
- Apertura del sepulcro y reconocimiento canónico (28 de agosto de 2024): Se realizó la inspección del cuerpo y las reliquias mayores de santa Teresa en Alba de Tormes, con su posterior recolocación en sus lugares de veneración.
- Estudio médico-científico en Italia (septiembre de 2024 – febrero de 2025): Los datos obtenidos en Alba de Tormes han sido analizados por un equipo especializado que está próximo a presentar sus conclusiones.
- Traslado y veneración pública (a partir del 18 de febrero de 2025): El cuerpo de la Santa será trasladado desde su sepulcro a la capilla del monasterio dentro de la clausura, donde permanecerá junto con la reliquia del santo brazo hasta el final del proceso.
Un tiempo de gracia y contemplación
Durante esta última fase, los fieles y peregrinos tendrán la oportunidad de vivir una experiencia única:
- El sepulcro vacío de santa Teresa se podrá contemplar en el camarín alto de la basílica, ofreciendo un momento excepcional para la reflexión y la oración.
- Se llevarán a cabo trabajos de restauración en la urna de plata que contiene el cuerpo de la Santa, en su hábito y en los relicarios del brazo y del corazón.
- La reliquia del corazón permanecerá en la Basílica de la Anunciación de Nuestra Señora del Carmen para su veneración, mientras se alternará con la del brazo para garantizar que siempre haya una reliquia mayor accesible a los peregrinos.
- Se está diseñando un programa de evangelización teresiana para acompañar espiritualmente este tiempo de veneración.
Hacia la colocación definitiva
El cierre de este proceso supondrá la colocación definitiva del cuerpo de santa Teresa en su sepulcro, con una importante novedad: la posibilidad de contemplar permanentemente la urna de plata a través de una vidriera transparente desde el camarín alto de la basílica.
Este proyecto no solo es un acontecimiento de gran relevancia para el Carmelo Descalzo y la ciudad de Alba de Tormes, sino que supone una ocasión excepcional para todos los devotos de santa Teresa de Jesús de renovar su fe y acercarse a su mensaje.
En los próximos meses seguiremos informando sobre los avances de este proceso histórico, que nos invita a redescubrir la huella imborrable de la Santa en la Iglesia y en el mundo.
Accede al comunicado de la Orden en este enlace