El evento cultural Foro Guiomar de Ulloa, que lleva el nombre de una de las mejores amigas de Teresa de Jesús, es ya conocido para los seguidores de este blog. Se celebra dos veces año en Ávila, y una de ellas es con ocasión de la celebración del Día de la Mujer.
¿Quién era doña Guiomar?
Esta dama abulense había nacido hacia 1529, en Toro (Zamora). Era hija del regidor Pedro de Ulloa y Aldonza de Guzmán. Casada muy joven con Francisco Dávila, señor de Salobrejo, enviudó pronto y quedó con cuatro hijos: Luis, el mayorazgo, y tres niñas, dos de las cuales entrarían como carmelitas en la Encarnación, y la tercera lo haría posteriormente, al enviudar.

Miguel Mir afirma de ella que era «muy hermosa y bien dispuesta, liberal y bizarra». Pero Dios le tocó el corazón, y la superficialidad y el lujo con que había vivido hasta entonces, se transformó en búsqueda de una vida más auténtica y recogida. No lo hacía sola, sino acompañada de quienes perseguían, como ella, una mayor intimidad con Dios. En su palacio, pasaría Teresa largas temporadas (incluso tres años seguidos) acompañando a Antonia de Guzmán, la hija de doña Guiomar, que, con ocasión de una enfermedad, salió de la Encarnación para ser curada en su casa. Allí encontró la monja carmelita un ambiente de recogimiento casi conventual. Las salidas eran para confesar en S. Gil, con los padres de la Compañía de Jesús, recién establecida en la ciudad.
Por ello, podemos asegurar que, en buena medida, doña Giomar contribuyó al proceso espiritual que hizo de Teresa otra mujer:
«La viuda sierva de Dios, que he dicho, y amiga mía, […] sabía mi necesidad, porque era testigo de mis aflicciones y me consolaba harto, porque era tanta su fe que no podía sino creer que era espíritu de Dios el que todos los más decían era del demonio, y como es persona de harto buen entendimiento y de mucho secreto y a quien el Señor hacía harta merced en la oración, quiso Su Majestad darla luz en lo que los letrados ignoraban. Dábanme licencia mis confesores que descansase con ella algunas cosas, porque por hartas causas cabía en ella. Cabíale parte algunas veces de las mercedes que el Señor me hacía, con avisos harto provechosos para su alma» (Vida 30, 3).
Teresa afirma convencida: «Gran mal es un alma sola entre tantos peligros… procuren amistad y trato con otras personas que traten de lo mismo» (Vida 7, 20). En casa de doña Guiomar, se reunía una animada tertulia, marcada por la inquietud espiritual, que extendía su influjo a la sociedad abulense. En ella participaba también Maridíaz, beata que vivía por entonces en la misma casa, acogida por doña Guiomar como criada, cuando la mujer vino a la ciudad, y se deshizo de todos sus bienes. Otras mujeres frecuentaban la tertulia¹. Así, Ana Reyes, discípula de Maridíaz, también con fama de santa, María de Ávila y Ana Wasteels (la flamenca), futuras carmelitas descalzas. Era asidua también Ana de Santo Domingo (hermana de Julián de Ávila), que llevaba una vida edificante de beata…Fuera del palacio se comentaba el ambiente de dentro, y al parecer, integrantes de algún cenáculo protestante (quizá los mismos de Cazalla) habían querido contactar con estas mujeres. Así lo atestigua Ana de Jesús, en los procesos de beatificación de santa Teresa:
«Cuando las herejías de Cazalla y sus secuaces, habían querido estos tratar a doña Guiomar de Ulloa y otras señoras viudas y religiosas, y que sabiendo que trataban con personas de diferentes Ordenes, dijeron no querían entrar ellos en casas de tantas puertas, y con esto se libraron de saber nada de ellos; […] y a la misma Madre también la codiciaron hablar antes que supiesen trataba con tantos»².
La tertulia del palacio se hacía extensiva, en ocasiones, al monasterio de la Encarnación, donde Guiomar tenía hermana, cuñada e hijas. Y allí, en una conversación de velada, se gestó el proyecto de fundar un monasterio, según la regla primitiva: S. José de Ávila. En él sepultaría la dama abulense sus ya menguados recursos económicos.
Según parece, doña Guiomar probó también la vida de descalza en S. José de Ávila, pero su salud quebrantada la obligó a regresar a su casa. Su muerte debió de producirse entre 1585 y 1592, ya que en el primero de esos años la entrevistó el jesuita Francisco de Ribera, y en el segundo comenzaron los procesos informativos para la beatificación de la santa, y ya no aparece por ninguna parte el nombre de la dama abulense, tan querida por Teresa.
VII Edición del Foro «Guiomar de Ulloa»
Presentamos hoy una nueva convocatoria del mismo, ya la séptima, vinculada a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. El título de esta edición: «Doña Guiomar de Ulloa y de Guzmán», ya que estará centrado en la figura de la propia dama, con el objetivo de conocer más en profundidad la relevancia de su figura en la época y su profunda amistad con Teresa de Jesús. Organiza el Área de Cultura del Ayuntamiento de Ávila.
9 Marzo
Dª Belén Yuste y Dª Sonnia L. Rivas-Caballero.
Especialistas en estudios teresianos
«Guiomar de Ulloa y la obra teresiana»
10 Marzo
Dª Mª Isabel López Fernández.
Doctora en Historia del Arte (Universidad ,de Salamanca)
«La ciudad de Dª Guiomar de Ulloa»
11 Marzo
Dª MªJesús Ruiz-AyúcarZurdo,
Investigadora y doctora en Historia del Arte
«Dª Guiomar de Ulloa. Una biógrafía»
Episcopio de Ávila a las 20 horas. Entrada gratuita hasta completar el aforo
