Los pasados días 27, 28 y 29 de diciembre se han celebrado en la ciudad de Palencia una serie de actos con el fin de conmemorar solemnemente la fundación de la comunidad de carmelitas descalzas, en 1580. Fueron organizados por el Ayuntamiento, el Obispado y la Orden del Carmen Descalzo. El 28 de diciembre, antes del inicio del recital Una castellana vieja y recia de nombre Teresa a cargo de Paloma Gómez Borrero, Luis Santana y Antonio López, el alcalde de Palencia, Alfonso Polanco, y la concejala de Cultura y Turismo, Carmen Fernández, entregaron las llaves de la ciudad a la Orden de los Carmelitas Descalzos, representados por el vicario de la Provincia de Castilla, el palentino Luis Javier Fernández Frontela.
Un camino teresiano
Mª. Rosario Díez Rodríguez¹
Palencia, al igual que otras ciudades teresianas, ha celebrado la conmemoración fundacional de esta decimocuarta fundación de San José de Nuestra Señora de la Calle (en el trío de las fundaciones postreras) de Teresa de Jesús. La fundación palentina tuvo un comienzo sombrío. La Santa había regresado de Toledo a Valladolid, reclamada por don Álvaro de Mendoza, ahora Obispo de Palencia y protector de la incipiente reforma en San José de Ávila, posición que mantendrá toda su vida a favor de la Santa, siendo en la fundación de Palencia una importante baza. Decidida pero no repuesta del catarro universal, emprende viaje desde Valladolid el 28 de diciembre de 1580 «con ser el tiempo tan recio», escribe. En Palencia al día siguiente –día del rey David- se celebra la misa fundacional, en la casita que tiene alquilada, gracias a los amigos palentinos, en la calle Mazorqueros (hoy calle Colón nº 22).
Realizar una semblanza de Teresa de Jesús no es empresa fácil, redescubrirla a través de sus caminos “aprovechando sus andaduras” solo es posible bajo un ligero equipaje de peregrino. Bajo el título «Una castellana vieja y recia de nombre Teresa», la veterana periodista Paloma Gómez Borrero gran conocedora de la vida y obra de Teresa de Jesús, en este V Centenario de su nacimiento pone voz a los poemas de Santa Teresa acompañada por el gran barítono Luis Santana y el pianista Antonio López Serrano. Conmemorar la entrada de Teresa de Jesús en la ciudad de Palencia un 28 de diciembre de 1580 en el Teatro Principal a las 20:30 ha significado para esta excelente periodista una peregrinación que comenzó en la mañana del mismo día, después de oír misa en Valladolid, por este camino teresiano pasando por las localidades que hace 434 años anduvo la santa andariega para llegar a nuestra ciudad desde Valladolid. Como peregrinos ha elegido a estos dos grandes maestros, y a dos compañeros ocasionales. Compartir este camino y las vivencias previas a la hora del recital y posteriores con ella siguiendo y guiando las Huellas de Teresa de Jesús en nuestra ciudad es un lujo. Acercarse al testimonio de vida en dos papas con un corazón carmelita de la mano de Paloma Gómez Borrero es salir al encuentro de Teresa de Jesús desde los latidos de nuestra ciudad en la visita realizada a la comunidad de RR. MM. Carmelitas Descalzas resonando el eco de los latidos de dos corazones papales en este locutorio.
Paloma tiene un amplio conocimiento de la Santa Sede acompañando al santo Juan Pablo II en sus 104 viajes, 5 de ellos a España. Como corresponsal del Vaticano ha cubierto el final del pontificado de Pablo VI para TVE junto el de Juan Pablo I (durante 33 días), de San Juan Pablo II con TVE los primeros años y con COPE los 27 años y medio del pontificado de este santo papa y luego todo el pontificado de Benedicto XVI y ahora con el papa Francisco realiza colaboraciones en España y también otros países.
El primer latido que desvela esta excelente periodista es el de Pablo VI, que entró en contacto con el pensamiento teresiano a través de las lecturas de Santa Teresa de Jesús que realizó como seminarista. En 1963 era elegido papa durante la celebración del IV Centenario de la Reforma Teresiana del Carmelo que fue declarado Año Jubilar por su antecesor Juan XXIII. En 1965 le fue presentado el manuscrito de Santa Teresa de Jesús de “Camino de Perfección” del Carmelo de Valladolid en una Audiencia Privada en la que exclamó al verlo, ¡Oh, el Padre Nuestro de Santa Teresa! Ese mismo año la declaró Patrona de los Escritores Españoles en prosa. En 1967, celebrándose en Roma el III Congreso del Apostolado Seglar, cuya clausura coincidió con la festividad de Santa Teresa (15 de octubre), anunció que quería reconocer a Santa Teresa de Jesús como Doctora de la Iglesia, junto a Catalina de Siena. El 27 de septiembre de 1970, tras solventar las reticencias de la Curia Romana a que una mujer llevase ese título, reconocía a Santa Teresa de Jesús como Doctora de la Iglesia en reconocimiento de su labor para mejorar la Iglesia Católica.
El segundo latido es el de San Juan Pablo II un hombre de oración, un místico, una persona que tenía un diálogo constante con Dios y sobre todo que se apoyaba en la Virgen con una confianza, con un amor materno porque él la necesitaba. A él le faltó su madre desde joven y la encontró en la Virgen, al igual que Teresa de Jesús. También confiará plenamente en la Divina Misericordia, en la Misericordia del Señor siguiendo a Santa Teresa de Jesús poniendo el acento, en el amor y en la confianza de la misericordia: «válgame la misericordia de Dios, en quien yo he confiado siempre por su Hijo» (F 28, 35). Él será quien instaurará la festividad de la Divina Misericordia: «Ahí está esa capacidad de rezar, que es el diálogo constante con Dios». En la tarde del 1 de noviembre de 1982 Juan Pablo II, viajó a Alba de Tormes. Visitó al Monasterio de Carmelitas Descalzas, donde murió y está enterrada Santa Teresa de Jesús. En su alocución realiza una evocación y una plegaria ante el sepulcro de la mística doctora de la Iglesia. Sin duda alguna el texto más importante fue la Oración que dirigió a Santa Teresa estando ante su sepulcro. Teresa de Jesús, fue para este papa maestra, inspiración y guía por los caminos del espíritu.
Lo que quizás no sea tan conocido es que intentó hacerse carmelita descalzo en varias ocasiones. Después de estudiar teología volvió a intentarlo, pero esta vez fue el arzobispo de Cracovia el que no se lo permitió. Importante para su crecimiento espiritual fue la persona de un sastre, Jan Tyranowski, quien le dio a leer a San Juan de la Cruz. Se conocieron en 1940; Tyranowski reunía a un grupo de jóvenes. Poco después se trasladó a Roma para asistir a los cursos de la Facultad de Filosofía del Pontificio Ateneo Angelicum, y obtuvo el doctorado en Teología con la tesis El acto de fe en la doctrina de San Juan de la Cruz.
Tuvo desde niño una relación muy estrecha con los Carmelitas Descalzos de su ciudad natal. En su templo fue monaguillo y recibió el escapulario el día de su primera comunión. También es de sobra conocido que fue un enamorado de la espiritualidad carmelitana. Su visión de los religiosos responde a la vida contemplativa. De hecho, dejó en herencia su anillo pastoral (“el anillo del pescador”) a los carmelitas de su ciudad natal, además del escapulario que siempre llevaba consigo y otras cosas. También dejó una imagen del Niño Jesús que siempre tuvo en su habitación a las Carmelitas Descalzas del Monasterio Regina Coeli de Roma.
En un mensaje a los carmelitas descalzos el 8 de septiembre de 2001, escribió: “Vuestro viaje espiritual continúa en el mundo de hoy. Estáis llamados a releer vuestra rica herencia espiritual a la luz de los desafíos actuales, a fin de que el gozo y la esperanza, la tristeza y la angustia de los hombres de nuestro tiempo, especialmente de los pobres y de todos los afligidos, sean también gozo y esperanza, tristeza y angustia de los discípulos de Cristo, y, de manera singular, de todo carmelita”.
El día más intenso y emotivo llegó el 29 de diciembre con la Misa Fundacional, y quiero recoger aquí como apéndice la muestra de alegría de esta Comunidad Carmelita Descalza ante la llegada representada, fieles a la tradición, de su Santa Madre a la que cantaron desde el coro la Bienvenida. Para celebrar esta misa se trasladaron desde sus respectivos conventos varios padres carmelitas descalzos acompañando al Rvdo. Padre Provincial de Castilla Miguel Márquez OCD, religiosos de otras órdenes y sacerdotes diocesanos. También estuvieron presentes autoridades locales, representantes de las cofradías palentinas, junto a los palentinos que fieles a esta Comunidad de Carmelitas Descalzas conmemoraron esta Fundación con el sobrenombre “del Consuelo”.
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¹Miembro de la Comisión Cultural Huellas Teresa de Jesús del Ayuntamiento de Palencia
